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… volcánica cruzó por mi mente y la nubló… Luego el sol volvió a brillar y nacieron nuevas especies vegetales, animales, nuevas personas.
De repente todo quiere explotar, como un corazón enamorado latiendo La Tierra implora.
Dicen que todo es producto del amor.
No vuelan los aviones, el cielo se llena de pájaros y Pterodáctilos, la tierra se llena de hormigas y Mamuts.
Todo se vuelve frío de repente menos los corazones que se merecen en éste presente.
Leí una carta de amor desesperada a una mujer loca, un amigo loco por amar y ser amado, esa mujer se fue a la isla que se quema por dentro.
Diario de un peludo con barba.
Llevo días sin leer y sin apenas escuchar música, procurando centrarme en los adentros que me circundan.
Dando paseos, mirando a mi alrededor.
Canto probables canciones, escribo las sin mi nunca poesías, narro historias que siempre existieron.
Una nube se acerca por el oriente y desaparecerá en occidente.
Una enorme ola se acerca impasible para lamer y tragar la tierra de las siete puntas.
Esta carta del amigo me hizo pensar en qué tan fuerte es el amor que no se atrapa, el amor incongruente, el amor del ¡No te vayas! ¡Quédate conmigo por siempre!
Del amor que deseamos nos arrebate la soledad.
En medio del éxtasis de los terremotos, de los orgasmos del universo, de los maremotos y la crisis del estado hay pequeños brotes de vida para los más esperanzados.
Un volcán vuelve a explotar, cada célula vuelve a explotar, nacer y morir, cada uno de nuestros ojos suelta cenizas, blancas, grises, negras.
Si la tierra tiembla, nosotros también, si una araña atrapa a una mosca, nos sale un grano.
Si explota la tierra, gente se ama.
Si hay un tsunami, alguien pierde a las cartas.
Si explota una estrella, si hay un Big-Bang tengo taquicardias.
Mi amigo mandó una carta de amor.
Una nube no deja que los aviones vuelen.
Yo escribo.
Un abrazo.